Aunque me sangra el corazón, trataré de seguir los pasos de tu madre,
escribir es un sello del sentimiento que se queda impregnado en palabras y en
el tiempo.
Ya llega tu cumpleaños número 4, años intensos, como lo es jugar contigo;
porque te prendes en esas ideas de tu padre, que para tu mamá son un poco locas
como andar en barco en la pileta, por ejemplo.
En estos años, se puede decir que hemos sido una montaña rusa de emociones
de todo tipo. El día que naciste, talvez haya sido el día más agitado de mi
vida, todo tan rápido y dramático, no pude encontrar (los nervios) tu ropita
que teníamos preparada, te llevé cualquier cosa. Cuando llegaste al mundo de urgencia,
no podías respirar bien, ni tampoco succionar, te llevaron a internar a
Neonatología, yo te seguía saltándome todos los protocolos y cuando pude estar
a solas contigo que fueron 2 minutos, te prendiste de mi dedo con tus
pequeñitas manos, con tal fuerza que la esperanza creció exponencialmente.
17 días de angustias, pero luego llegaste a casa y, cambiaste para siempre
nuestra rutina. Te adueñaste de mis brazos, de mi lugar en la cama, aunque
preferías dormir sobre mi pecho cuando agotabas todo mi repertorio de zambas.
Te volviste compañero inseparable de mandados, de trabajo, de series, de
vagancia, de estudio, y de música.
Así fueron transcurriendo los días y los meses de tus 2 primeros años, con
estimulaciones, alguna que otra actividad (natación, música), con una operación
en medio, hasta llegar al diagnóstico que me llevó a reasignar y resignificar
el rol de padre.
El miedo, terror, al escuchar la noticia: Trastorno del Espectro Autista, que
suena, desde el nombre, terrible. Conocer de primera mano la falta de
información, de conocimiento, pero, sobre todo, descubrir los paradigmas
sociales y los tabúes; la discapacidad o condición distinta está vista como no
normal, con lástima o como una tragedia. Y muchas veces cargadas de
incomprensión desde lo político y lo social.
Pero hemos tomado la posta con tu madre de poder brindarte todo lo posible
para que puedas desarrollarte de la mejor manera, el duelo o aceptación paso
rápido o talvez no lo procesamos y ya estábamos buscando alternativas, así nos
encontramos en vísperas de tu cumpleaños.
Decirte que eres lo más bello y hermoso, que sigas avanzando a tu ritmo, a
tu paso que siempre estaremos al lado para tomarte la mano, como lo hago cuando
haces tus saltos. Para atraparte cuando sea necesario, pero soltarte cuando me
lo pidas, así como cuando me corres para que no te moleste mientras miras y
escuchas canciones.