El título de este posteo representa mi cabeza. Para los que no conocen el término, mboyeré es una voz guaraní que significa mezcla de cosas sin orden aparente, mejunje, enredo, revoltijo.
Una vez que se obtiene el diagnóstico que como dicen los especialistas , en la infancia se los escribe con lápiz, comienza un largo camino lleno de preguntas y dudas, angustias, ganas de llorar, temores.
Mi cabeza es muchas veces un torbellino donde todo se mezcla y nada es certeza, mis pensamientos son como un remolino o como una telaraña, preguntas, dudas, pensamientos, todo mezclado, todo confusión.
¿Sobre qué dudo?
Lo primero es, si estaremos haciendo bien, si el bombardeo de terapias y cosas son lo correcto o si sería mejor dos actividades donde se sienta cómodo y listo.
Sobre las terapias, sobre los centros, muchas veces tengo la sensación que son como ovnis que abducen niñes.
Los xadres quedamos como meros espectadores, vemos que entran, vemos que salen
¿Cómo estuvo?
Estuvo bien
Fin del diálogo y el niñe no cuenta nada así que como ya lo dije una vez , es como un gran agujero negro donde no hay respuestas.
A veces deliro e imagino a Juan Tupac haciendo una vida normal, yendo a música, a natación pero con la actividad que tiene no le quedan lugares para los extras porque esos ya están impuestos por sus terapias.
Otro gran interrogante que me genera angustia e incertidumbre es la escuela.
Este modelo inclusivo tan hablado y poco desarrollado. El paradigma social de la discapacidad no está desarrollado en Corrientes. Este paradigma pone el centro de la discapacidad en el contexto que impide el desarrollo de la persona o lo dificulta.
Siempre pienso en los derechos de les niñes y me resuena la frase “debe primar el interés superior del niñe” ¿Y cómo sabemos cuál es?
¿Es lo mejor la escuela común? ¿Se siente cómodo? ¿se da cuenta de su aislamiento o somos nosotros los que lo sufrimos? ¿Sería mejor una escuela especial?¿logrará integrarse? ¿Tendrá amigues?
¿Es necesidad del niñe o soy yo la que está en búsqueda de la “escuela normal”?
Creo que se la respuesta a esta última pregunta pero no me la quiero dar.
También las dudas sobre el futuro, trato de no pensar pero se me hace imposible
Las preguntas sobre el futuro son las más duras, obviamente, no tienen respuesta, no sabemos, todo dependerá de sus progresos. Lo que si sabemos es que nuestro tiempo de acompañamiento es finito y tenemos que darle las herramientas que le permitan vivir de manera digna respetando sus derechos y respondiendo a sus necesidades
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